Escribir sobre David Bowie, un icono del Glam Rock y de otros estilos que siempre estuvieron a la vanguardia en el ámbito músical, no es sencillo, por eso mejor retomamos este análisis autobiográfico para entender un poco más de la vida de este extraordinario músico, que trascendió casi cinco décadas. Fallece dos días después de su cumpleaños sesenta y nueve, pero justo para festejar la fecha de su nacimiento, nos deja el álbum “Black Star” (2016). Su primera producción discográfica (1967) no tuvo tanto éxito, pero la segunda lo catapultó, y “Space Oddity” (1969), rebasó las expectativas. Dejo aquí la biografía de Bowie, para que la consulte.
Tuve el placer de conocer su música en 1974 con los discos “Aladdin Sane” (1973) y “Diamond Dogs” (1974), y desde ese momento quede atrapado en su estilo y no dejé de escuchar cada disco que producía. Una experiencia extraordinaria, fuera de serie.
Abordando este libro que hoy tengo el gusto de recomendarles, Bowie hace un recuento desde su perspectiva, de la trascendencia de su carrera hasta 1980. El libro contiene un buen material fotográfico, en ocasiones inédito, y aunque la calidad de impresión en el libro deja mucho que desear (ya que viene impreso solo en negros y grises), al menos como material histórico, es excelente.
La introducción del libro la hace Miles (no tengo idea de quien es), pero él fue el que recopiló todo el material y lo plasmó en esta publicación.
Resulta muy interesante como se expresa de una forma muy correcta de otros grupos contemporáneos, pero también de otros no tan coetáneos.
El libro se divide en varios capítulos que nos muestran al Bowie como persona, no como “Ziggy Stardust”, como “Major Tom” o como “Aladdin Sane”, sino él mismo.
La lista de esos capítulos es la siguiente: “Los primeros tiempos”; “¿Quién soy yo?”; “Amor y sexo”; “Drogas”; “Rock’n’Roll”; “Composición”; “Los álbumes: Bowie solo”; “Los álbumes: Bowie y Brian Eno”; “Las películas”; “La política”.
Amigo de grandes estrellas de la escena musical inglesa y no inglesa (Jagger, Mercury, Reed, Robinson, Bolan) entre muchos más, siempre se distinguió por su forma tan libre de vivir la vida.
Logró imponer modas con su especial y carismática forma de hacerlo. Aunque en ocasiones eran modas ya pasadas, logró darles el toque Bowie que se necesitaba, para volverlas nuevamente a la vida. Además de otras formas que probó en la manera de vestir, logró superar con creces cualquier otra expresión que se haya implementado.
Sus preferencias sexuales siempre estuvieron en la “comidilla” de la prensa amarillista, pero como él mismo afirma en este libro: “Cuando tenía catorce años, de repente el sexo se volvió completamente importante para mí. En realidad no me importaba con quién estaba, siempre que fuera una experiencia sexual”.
Estimado lector(a), si no le agrada el lenguaje lleno de temas tabús, no lo lea. Pero, si el caso es que es alguien de mente abierta, y que realmente ama este estilo musical y desea conocer más a fondo a este extraordinario músico, no debe dejarlo pasar y conseguirlo.
Le sugiero que revise una recomendación que realicé para esta columna hace unas semanas, y que pondrá un granito de arena al conocimiento de este movimiento musical del cual fue parte esencial David Bowie: el Glam Rock. Dejo la liga aquí.
La próxima recomendación será “La Tumba”, la primera novela de José Agustín, con la que abre la puerta a la “literatura de la onda”, estilo que surge a la mitad de la década de los 60’s del Siglo XX, y que será preámbulo de más obras y más autores con ese estilo tan peculiar, lo que desglosaré en la próxima entrega
Estimado lector(a), espero su comentario al correo que viene al final del artículo. Después que tenga oportunidad de leer esta pequeña crónica, o mejor, si lee la obra, le solicito me haga favor de honrarme con su opinión, y de esa forma podamos compartir las sensaciones que le provocó esta recomendación.
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