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miércoles, abril 24, 2024

Capítulo 55: Arqueología de la Arqueología. Séptima parte

Museos segunda mitad del Siglo XIX.

Como ya lo he comentado, la turbulencia política de México, en el lapso entre 1824 y 1858 (treinta y cuatro años), se caracterizó por un debate público entre liberales y conservadores, hasta alcanzar la ridícula cifra de veintiséis presidentes en ochenta y ocho periodos, que en ocasiones duraban algunos días, horas o hasta minutos, además algunos de esos personajes alcanzaron una cantidad grotesca de ocasiones en ocupar el puesto de primer mandatario de la nación. Y no solo el más conocido que es Santa Anna está en la lista con dieciséis veces. También encontramos que José Joaquín Herrera,

Nicolás Bravo y Anastasio Bustamante, quienes asumieron seis veces cada uno la codiciada presidencia. Todo esto nos deja ver la causa del poco avance en cuestiones de ordenamiento en el País, y no solo en lo que respecta a los museos y a las colecciones en esa época, aunque algo se pudo lograr para estos dos últimos rubros.

Habrá que reconocer que durante la usurpación francesa, con Maximiliano de Hasburgo (1864-1867) al frente, él mismo ordena en el año 1865, que se lleve a cabo la creación del Museo Público de Historia Natural, Arqueología e Historia, con el afán de concentrar todas las colecciones (o las más que se pudieran), en un nuevo espacio que se destinó en lo que hoy es el Palacio Nacional, en la calle Moneda y que se inauguró en 1866, y fue el recinto de todas esas colecciones hasta que en la década de los 60’s del Siglo XX, se dividieron y se ampliaron para la apertura de varios museos.

Sabemos que una de las preocupaciones de esta nueva casta de políticos previos a la usurpación francesa, era que el saber se extendiera a toda la población, ideas que coincidían con las propuestas liberales de Maximiliano.

Durante el gobierno de Juárez, se instaura la Sociedad Mexicana de Historia Natural, que logró incrementar el acervo de una forma sorprendente.
Para 1877, con Porfirio Díaz como presidente, se tuvo que dividir el acervo en tres grandes áreas: Historia Natural, Antropología e Historia.

Para 1887, el mismo Díaz ordena la ceración de la Galería de los Monolitos, la cual deberá albergar las grandes esculturas, que fueron mostradas más por su valor artístico y que por la temporalidad que les correspondía. Así como en la actualidad el Museo Nacional de Antropología corona la Sala Mexica con la Piedra del Sol, lo mismo se hizo en la Galería de los Monolitos. Y aquí puede surgir la pregunta del por qué no estaban acomodadas según la temporalidad y la cultura de donde procedían. Simplemente porque no había muchos estudios acerca de esos temas.

Si algo hay claro, es que en el Siglo XIX las ciencias sociales y naturales cobraron una gran relevancia, que obligó a seguir ampliando espacios que pudieran dar un mejor servicio a los visitantes, discusión que desde mediados de ese siglo se abrió, precisamente por la necesidad de valorar la identidad nacional a través de estos espacios.

Un ejemplo de estas áreas, es el enorme edificio en la calle de Chopo, en la colonia Santa María la Ribera, en la hoy Ciudad de México, que dio vida al Museo de Historia Natural (MHN) en 1913. El edificio fue la sede para una exposición alemana llamada “Instalación y Arte Industrial de Düsseldorf”, en el año 1902.

De 1913 a 1963 que estuvieron en ese hermoso museo las colecciones, pasaron a formar parte del imponente y extraordinario museo, con el mismo nombre de MHN, en la Segunda Sección de Chapultepec.

Y se preguntará estimado lector, ¿qué pasó con el Museo del Chopo? Esa es otra historia, que aunque no es tema arqueológico, pero por ser un edificio emblemático, algún día me atreveré a contar su historia, ya que viví justo a un lado del imponente edificio, una muy buena parte de mi infancia y adolescencia. Lo que puedo decir es que actualmente es un recinto cultural administrado por la UNAM.

Estimado lector, espero sus comentarios al correo que viene más abajo. Nos leemos la próxima semana, que #HablemosDeArqueología.


NOTA: Todo lo aquí expresado, es producto de investigaciones formales, realizadas por varios profesionales, principalmente de la arqueología, así como de otras áreas académicas formales, con el afán de complementar el conocimiento aquí vertido. Las imágenes mostradas son extraídas, en su mayoría, de la revista Arqueología Mexicana y otras, tomadas del internet.

Cada artículo e imagen en estas crónicas, no tiene intención de dañar NI ofender ninguna posición política o religiosa. Son opiniones meramente científicas.

Los hipervínculos que aparecen son, normalmente, artículos de mi autoría y/o referencias necesarias para ampliar el tema.

CORREO: arqueolobocarlín@gmail.com
#HablemosDeArqueologíaCarlín
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Luis Humberto Carlín Vargas
Luis Humberto Carlín Vargas
Arqueólogo egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Coordinador General del Proyecto Cultural León Prehispánico (PCPAC). Coordinador Académico de los Diplomados de Arqueología e Historia de México (DAeHM). Ingeniero en Sistemas. Músico. Correo electrónico: luishumberto.carlin@pcleonprehispanico.com

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